Sin duda, el serum se ha convertido en un producto que con el paso del tiempo ha ido ganando una mayor aceptación dentro de la cosmética.
Cada vez son más las personas que aseguran utilizarlo en su rutina de cuidados, y lo cierto es que no es de extrañar, ya que se trata de un artículo que proporciona una gran cantidad de beneficios.
En mi caso, se ha convertido en algo fundamental dentro de mis productos de cuidado facial. Hoy te cuento todo lo que necesitas saber sobre este cosmético imprescindible.
¿Qué es un sérum?
Se trata de un tipo de tratamiento para el rostro cuya principal ventaja es que contiene una alta concentración de activos y es de fácil absorción.
A pesar de que suelen estar compuestos por una cantidad menor de ingredientes que las cremas, su concentración es mayor.
Existen varias texturas en este tipo de producto: gel, aceite…; además, también cuentan con diferentes finalidades: hidratantes, antiedad, para tratar manchas, etc.
¿Cómo aplicarlo correctamente?
- En primer lugar, debes limpiar en profundidad tu rostro y dejarlo libre de cualquier resto de maquillaje. Este paso es fundamental para obtener unos buenos resultados.
- A continuación, pon dos gotas en la yema de tus dedos. Puede parecer que es poca cantidad de producto, pero te aseguro que no necesitas más.
- Extiende de forma suave las gotas por el rostro. Siempre debes aplicarlo antes de tu crema hidratante, y te recomiendo que lo extiendas también en tu cuello y escote.
- Yo siempre lo utilizo dos veces al día: por la mañana y por la noche.
Sérum VS crema facial
¿No sabes si escoger entre un sérum o crema facial? Realmente, lo ideal es utilizar ambos productos. No se trata de decantarse por uno u otro, sino de combinar los dos para obtener los mejores resultados.
Ten en cuenta que para garantizar una hidratación completa de la piel la crema juega un papel fundamental y gracias al sérum potenciarás sus efectos.
¿Qué tipo elegir?
En primer lugar, te aconsejo que siempre optes por productos naturales libres de ingredientes nocivos y bajos en conservantes; de este modo, tu piel tendrá un aspecto saludable y evitarás posibles problemas como reacciones y enfermedades.
A la hora de decidir el tipo, debes tener en cuenta cuál es tu objetivo. Veamos las variedades que puedes encontrar en el mercado:
- Antiedad. Para quienes desean retrasar el paso del tiempo y mantener la piel joven y elástica. Suelen contener altas concentraciones de ácido hialurónico y vitamina C para estimular la producción de colágeno y elastina.
- Para el día. Su principal función es crear una barrera protectora contra las agresiones del medio ambiente. Además de ser antioxidantes, revitalizan e iluminan la piel. Entre sus ingredientes contienen aceites como el de girasol, jengibre, etc.
- Para la noche. Son tratamientos muy útiles, ya que por la noche nuestra piel asimila de forma más eficaz los principios activos de los tratamientos de belleza. Mis favoritos son aquellos que contienen aceite de lavanda, ya que proporcionan un aspecto descansado y saludable al día siguiente.
- Antimanchas. Los de este tipo están destinados a eliminar o hacer menos visibles algunas manchas. Suelen contener extracto de abedul blanco, Active C y extracto de peonía, ya que todos estos ingredientes ayudan a reducir las manchas oscuras y proporcionan un tono totalmente uniforme.
Beneficios de utilizar un sérum
Por último, veamos cuáles son los beneficios que ofrece este producto:
- Al tener una alta concentración no requiere que se utilicen grandes cantidades para proporcionar todos los nutrientes necesarios.
- Potencia los efectos de las cremas hidratantes y de otros tratamientos que te apliques con posterioridad.
- Proporciona una sensación tersa y suave con un efecto de terciopelo.
- Es un tratamiento cuyos efectos se hacen visibles casi instantáneamente, por lo que no tendrás que esperar mucho para notar los resultados.
- Puede utilizarse en otras zonas del cuerpo como el cuello y escote.
- Es de fácil aplicación. La textura suele ser acuosa y se absorbe muy rápido.
- Normalmente, viene en formatos de vidrios especiales que no dejan que la luz traspase para mantener los principios activos en buen estado.
Conclusión
En definitiva, se trata de un producto que merece la pena incorporar en nuestra rutina de cuidados. Es muy importante que sepas cómo aplicar el sérum correctamente y que escojas aquel que mejor se adapte a tus finalidades.
Recuerda combinarlo siempre con tu hidratante habitual para beneficiarte de todos sus efectos, y apuesta siempre por versiones que contengan ingredientes naturales y que sean respetuosos con la piel y el medio ambiente.