¿Cuál es tu tipo de piel? Parece una pregunta sencilla, puede ser normal, seca, grasa o sensible. Pero la realidad no es tan fácil. Hay algunas áreas del rostro que tienen necesidades diferentes, a veces opuestas. Y de ahí nace el multimasking.
Este es mi caso, tengo la frente, nariz y barbilla con tendencia a los brillos y las espinillas, pero mis mejillas suelen estar secas.
Por eso me gusta tanto el multimasking, pues puedo ponerme las mascarillas que necesito según las necesidades específicas de cada área de mi cara en lugar de abordar solo un problema.
¿Que todavía no sabes en qué consiste esta técnica? Pues sigue leyendo que te voy a explicar cómo lo puedes hacer tu misma en casa de forma muy sencilla.
Antes de empezar, recuerda que conoces tu piel mejor que nadie. Las sugerencias que te doy a continuación son sólo un «mapa» generalizado que indica en qué parte del cutis suelen surgir ciertos problemas, pero tendrás que adaptarlo a tus circunstancias personales.
Sigue esta guía práctica con algunas sugerencias sobre cómo «enmascarar» tu camino hacia un cutis perfecto.
¿Qué es el multimasking?
Es la última tendencia que está de moda en Instagram. Seguro que has visto a más de un influencer con la cara de diferentes colores.
Precisamente de eso se trata, de aplicar más de una mascarilla facial sobre la cara al mismo tiempo (que es exactamente lo que hace una esteticista durante un tratamiento facial). ¿Para qué? Es una forma de tratar más de un problema o necesidad de la tez a la vez.
Aplicando dos o más mascarillas faciales al mismo tiempo podemos tenerlo «todo»: una gran hidratación, nutrición y tratamiento del acné.
¿Quién la necesita?
¡Todo el mundo! Nuestra piel cambia dependiendo del clima, el estrés y los factores ambientales. Por eso el multimasking es la mejor forma de asegurarte de que tu dermis reciba los cuidados que necesita.
Es un método muy conveniente y eficaz para las personas que utilizan diferentes mascarillas y tratamientos a lo largo de la semana.
Al aplicar diferentes máscaras en áreas faciales específicas, se ahorra tiempo y producto, ya que sólo se aplica una determinada mascarilla en el área que se necesita.
¿Cómo se hace?
El tipo de mascarilla a utilizar siempre depende de la necesidad de tu tez en un momento dado. Si no sabes por donde empezar, aquí tienes una guía que te puede ayudar.
Lo primero: debes saber cuáles son las necesidades de tu cutis y elegir los productos más adecuados. Aquí tienes una ayuda, mis mascarillas faciales preferidas.
Problema: Acné/ Manchas de acné
Cuando se trata de luchar contra el acné, necesitas que en tu mascarilla haya ciertos ingredientes: antimicrobianos naturales y antiinflammatorios.
Los activos antimicrobianos eliminan la suciedad y otras bacterias que son las que causan el acné, obstruyen los poros y provocan manchas de acné.
Los antiinflamatorios ayudan a reducir el enrojecimiento y la irritación que se producen con un brote, así como a calmar la piel para prevenir futuros brotes.
En los lugares donde la piel es grasa puedes aplicar diferentes arcillas (la arcilla blanca de caolín es la más suave y absorbente) para controlar la oleosidad. La raíz de regaliz es otro gran ingrediente que combate el exceso de grasa y la pigmentación de la tez, así como las cicatrices post-acné.
La cúrcuma es también una gran solución para combatir el acné y el exceso de sebo.
Una de las que más me gustan y que más uso es la mascarilla de Nezeni Cosmetics, con arcilla purificadora y vitamina C para hacer frente al envejecimiento prematuro. 2 beneficios en un solo producto.
Esta mascarilla casera te ayudará a eliminar los puntos negros.
- Área: Zona T
Problema: Arrugas
Arrugas. Todo el mundo va a tener que lidiar con ellas en algún momento. Por suerte hay algunas formas de tratar las arrugas que ya tienes, así como de evitar que se hagan más profundas o amplias.
Aquí, las máscaras antienvejecimiento y súper hidratantes funcionarán bien. Las que tienen base de algas o rosas son una gran opción porque hidratan y nutren la piel mientras luchan contra las arrugas al mismo tiempo.
No te olvides de elegir un producto que aumente la producción de colágeno natural (que es la proteína que necesitamos para tensar la tez), además de vitaminas antioxidantes para reafirmar y luchar contra los efectos negativos de los radicales libres.
También te ayudará el ácido hialurónico, que además de ser un magnifico hidratante, rellena la epidermis y se ve como más gordita y lisa.
- Área: Patas de gallo, entrecejo, surco nasogeniano.
Problema: Piel seca y enrojecida
La sequedad es uno de los principales problemas no diagnosticados que son la raíz de muchos de nuestros problemas de tez.
La piel demasiado seca produce una sobreproducción de grasa, tez apagada, poros obstruidos, enrojecimiento, irritación, y la lista continúa.
Las mejillas y la frente son las grandes áreas de nuestro rostro, y son las más afectadas por el sol, el viento y los radicales libres que pueden dejarlas resecas.
Mímalas un poco con ingredientes como la glicerina, el ácido hialurónico, la miel, el aceite de rosa y de jojoba y una buena cantidad de emolientes y humectantes.
Prueba esta opción casera con pepino que te encantará.
- Área: Mejillas, frente
Problema: Ojos hinchados/Ojeras
A todas nos ha pasado: no dormir lo suficiente o una copa de más pueden convertirse en una molesta tarjeta de visita en forma de ojos hinchados y cansados.
Por eso, las mascarillas para ojos deben incluir ingredientes refrescantes y drenantes como la cafeína, que aumenta la circulación, o el ácido kójico, que reduce las coloraciones.
Puedes conservarla en la nevera para cosechar los beneficios deshinchantes y estimulantes del frío.
- Área: Contorno de ojos